Archivo Histórico Provincial, Málaga

Se emplaza en el «Cuartel de la Trinidad», resultado de la ocupación del Convento de la Trinidad por la Desamortización. El edificio conventual es objeto de obras de conservación preventiva y consolidación en 1985. Las edificaciones militares se demuelen en su mayoría en 1993 a causa de su avanzado estado de deterioro. De la parcela completa, con superficie de 14.400 m², se ceden al Ministerio de Cultura 4.333 m² para la construcción del nuevo Archivo Histórico Provincial durante el periodo 1997-1999, que queda dotado con una superficie construida de 5.100 m². La nueva construcción tiene fachadas a las calles Martínez de la Rosa, Séneca y Valera, y un frente lindero con el resto de parcela que mantiene el edificio conventual.

Los depósitos, pieza característica del archivo, se sitúan hacia la calle Séneca formalizando la fachada hacia la misma de una manera rotunda (un volumen de 5 plantas con un perímetro de 10x60 metros), en sintonía con la escala de las construcciones aledañas. Tanto los citados depósitos como las áreas de tratamiento de los fondos documentales (planta baja) se abren a un patio alargado iluminado cenitalmente que permite llevar a cabo todas las operaciones con comodidad y amplitud, recibiendo también de forma directa el acceso de la documentación y todo tipo de materiales y equipos. Dicho espacio sirve también para conectar de forma adecuada estos usos con aquellos abiertos al público, sin que se vulneren las normas de accesibilidad. Por consiguiente, se considera el lugar más importante, debido a su doble papel como vínculo entre distintos usos y recinto de separación de las áreas en función respecto al público. Todo el tratamiento de volúmenes es sencillo y austero en correspon­dencia con el propio convento y con el espíritu de la normativa de archivos que busca una gran eficacia funcional y constructiva en los inmuebles.

Los accesos al archivo están previstos para automóviles y camiones de tipo medio. Las personas usuarias llegan al edificio desde la calle Martínez de la Rosa mediante una rampa suave, cubierta por una pérgola realizada con tubo y alambre, y plantada con glicinias, que desemboca en la placita junto a la entrada principal del inmueble.