
Silla del Moro
(Alhambra, Granada)
El edificio conocido popularmente como Silla del Moro era una construcción de carácter militar integrada en la red defensiva de Granada diseñada en el siglo XIV. Además, constituía un vestigio representativo de las construcciones medievales vinculadas con la Alhambra y el Generalife junto con los palacios de Dar al-Arusa y los Alijares.
La primitiva fortaleza, ubicada en la falda norte del Cerro del Sol, ejercía una posición de dominio sobre el río Darro, las huertas del Generalife, la Alhambra, la ciudad de Granada, la Vega y sus montañas limítrofes. Principalmente, constituía un punto de vigilancia privilegiado de la Acequia del Sultán o Real, fuente de abastecimiento esencial de la ciudad palatina, que conducía el agua por una cota inferior, a pocos metros de distancia de ella. Por otra parte, también desempeñaba un papel fundamental como punto estratégico integrado en el sistema defensivo de la frontera del Reino de Granada.
Gracias a la investigación arqueológica desarrollada con motivo de la restauración del elemento, se sabe que su núcleo principal estaba constituido por una torre alta y espigada, –hueca y con diferentes estancias y niveles interiores–, localizada sobre una extensa plataforma asentada sobre el terreno, a la que se accedía por el norte a través de unas escaleras, construidas sobre bóvedas de ladrillo, que se introducían en el interior de la citada torre por medio de una rampa.
Es posible que perdiera su carácter defensivo, debido a la consagración de su mezquita como ermita tras la conquista de la ciudad, a finales del siglo XV-principios del XVI. Precisamente, durante este periodo, el Cerro del Sol toma el nombre de Santa Elena, en alusión a la advocación del nuevo santuario.
La nueva “ermita-torre” se mantuvo como sede de la cofradía dedicada a dicha santa hasta la rebelión de los moriscos (1568-1571). Posteriormente, su uso quedó clausurado y el inmueble empezó a deteriorarse. A partir de entonces, su descuidado estado de conservación es constatable en numerosas representaciones gráficas, en las que aparece aún en pie, aunque desmochada. Como consecuencia, los restos de la edificación, también conocida como “Castillo de Santa Elena”, adoptaron la forma de “asiento o banqueta” vistos desde la ciudad, razón por la cual se empleó el término “Silla del Moro”, que aún hoy prevalece para designarla.
Con motivo de la invasión de Granada por las tropas francesas entre 1810 y 1812, el Cerro de Santa Elena adquirió suma importancia, ya que fue convertido en el centro de operaciones. Por entonces, se interviene en el enclave de la Silla del Moro ejecutando distintas baterías de artillería y excavando trincheras. A pesar de ello, poco tiempo después, la renovada fortificación sufre la voladura de los franceses quedando completamente arruinada.
En pleno siglo XX, las primeras expectativas de intervención en la Silla del Moro y su entorno se debieron al arquitecto Eladio Laredo (1864-1941). No obstante, hasta 1926 no comienza a prestársele verdadera atención al lugar. Precisamente, durante este año, Leopoldo Torres Balbás decide iniciar la construcción de una carretera para subir hasta él. También, se deben a dicho arquitecto los primeros trabajos arqueológicos que en 1929 se llevan a cabo en el elemento de forma incipiente.
Prosigue y concluye esta labor arqueológica el arquitecto Francisco Prieto-Moreno en plena Guerra Civil. No obstante, la restauración de la Silla del Moro se pospone por falta de medios económicos hasta 1966. A partir de entonces, se procede a reconstruir la torre, pero la obra queda inconclusa. Pocos años después, durante los años centrales de la década de 1970, Prieto-Moreno plantea la adecuación del edificio como restaurante, en sintonía con las expectativas de aprovechamiento turístico del Cerro del Sol. Sin embargo, nunca llegó a utilizarse. La ausencia de cierres y de función propició su paulatino deterioro hasta que en 1995 se desmoronaron parte de sus fábricas reconstruidas.
El proyecto de intervención en la Silla del Moro (1997-2010) es un trabajo que se desarrolla en dos fases claramente diferenciadas. La primera, basada en el desarrollo de una prospección arqueológica que afecta a la totalidad de la superficie, se dirige a conocer la planta de la antigua torre medieval, sus alineaciones reales y su historia material; mientras que la segunda, consiste en la consolidación de los diferentes niveles y estructuras que constituyen el emplazamiento, y en una recuperación volumétrica parcial de la torre medieval, de forma que sea posible admirar sus restos como una ruina. Con ello, no sólo se logra que la construcción recobre una presencia física cercana a la situación que presentaba antes de la importante transformación de los años sesenta del siglo XX, sino que además se estudian y ponen en valor los restos relevantes de la edificación original, consiguiendo un equilibrio adecuado con su historia y su carácter como punto estratégico de vigilancia en un lugar de referencia del territorio Alhambra.
Restauración del patrimonio histórico
Arquitectura medieval hispanomusulmana
![]() Vista aérea de conjunto |
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![]() Vista aérea |
![]() Desde la Alhambra |
![]() Plataforma intermedia |
![]() Plataforma 1 |
![]() Restos de la voladura |
![]() Terraza mirador |
![]() Torre vigía |
Pedro Salmerón Escobar
Arquitecto
RESUMEN DE LA INTERVENCIÓN
Restauración de la Silla del Moro. Fase II. Puesta en valor (2007-2010)
Superficie construida
2.750,00 m2
Presupuesto
794.710,06 €
Promotor
Ministerio de Cultura
Patronato de la Alhambra y Generalife
Financiación
Ministerio de Cultura
Redacción de proyecto
Pedro Salmerón Escobar. Arquitecto
María Cullell Muro. Arquitecta Técnica
Ignacio Pascual Martínez. Arquitecto
Miguel Antonio Woodhead. Arquitecto
Néstor Cruz Ruiz. Arquitecto
Palma Pajarón Bermúdez-Cañete. Arquitecta
Rosa María Pérez de la Torre. Historiadora del Arte
Natalia Rodríguez Cutillas. Arquitecta.
Ángela Salmerón Palomo. Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos
Eleni Siozos. Arquitecta
Paloma Vázquez del Rey Hervás. Arquitecta
Arqueología
Alberto García Porras. Arqueólogo
Documentación
Esther Cruces Blanco. Archivera
Ana Díaz. Bibliotecaria
María Luisa Palomo Navarro. Licenciada en Geografía e Historia
Laboratorio para la analítica de los materiales pétreos
Dpto. Mineralogía y Petrología. Facultad de Ciencias (UGR)
Eduardo Sebastián Pardo. Doctor en geología
Restauración de materiales pétreos
Jesús M. Serrano Rodríguez. Restaurador
Rocío Fuentes García. Restauradora
Dirección de obra
Pedro Salmerón Escobar. Arquitecto
María Cullell Muro. Arquitecta Técnica
Ejecución de obra
GEOCISA (Geotecnia y Cimientos, S.A.)
![]() Emplazamiento |
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![]() Evolución |
![]() Alzados antes y despues |
![]() Planta |
![]() Planta detalle de la escalera |
![]() Sección constructiva de la torre |