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Pinturas de la Sala de los Reyes (Alhambra, Granada)

El Palacio de los Leones ocupa una posición singular dentro del recinto fortificado de la Alhambra de Granada como parte integrante de los Palacios Nazaríes. Linda al norte con el Patio del Lindaraja, al sur con la Rauda, al este con los jardines del Partal y al oeste con el Palacio de Comares. Representa el momento culminante de la arquitectura nazarí.

 

Muhammad V fue el inspirador de este bello edificio que se construye durante su segundo reinado (1362-1391). Su conocida fuente no solo es el elemento más representativo de su simbología y riqueza decorativa, sino del complejo y sofisticado sistema hidráulico del recinto.

 

El esquema organizativo del Palacio de los Leones consta de un patio central alrededor del cual se distribuyen distintas estancias. Como novedad, destaca la arquería y columnata que envuelve la totalidad del patio y los dos pabellones que avanzan en sus lados menores, aportando complejidad a su composición y riqueza a la percepción del conjunto. Los ritmos establecidos responden a una sutil combinación que se complementa con el claroscuro de las yeserías creando un ambiente cargado de exotismo que ha sido admirado por numerosos viajeros y artistas a lo largo del tiempo.

 

La Sala de los Reyes es el espacio más representativo del carácter áulico y lúdico del palacio, como muestran las escenas pintadas en las bóvedas de las alcobas agrupadas en torno a ella. Estas representaciones, cuyo origen hay que buscarlo en la pintura gótica miniada, son ejemplares únicos en el mundo, lo que les confiere carácter de auténticas joyas. Los Reyes Católicos dispusieron en este destacado espacio palatino una capilla que se mantuvo hasta el siglo XVII como sede parroquial de la Iglesia de Santa María de la Alhambra, mientras finalizaba la construcción de dicho templo.

 

En esta sala se interviene para detener el deterioro de las citadas pinturas sobre piel, muy afectadas por la acción continua de las humedades, debidas a la deficiente ejecución de las cubiertas, con materiales que no lograban resolver bien sus canalones interiores desencadenando filtraciones y acumulación de residuos persistentes a lo largo del tiempo. Las principales causas de estas patologías, especialmente significativas en el muro oeste del ámbito objeto de intervención, procedían de la operación que el “restaurador-adornista” Rafael Contreras dirigió entre los años 1855 y 1857, periodo en el que se sustituyó la primitiva cubierta homogénea de la sala por otra dividida en distintos pabellones, implicando un cambio significativo no solo en su configuración, sino en su comportamiento frente a los agentes atmosféricos.

 

Con motivo del proyecto objeto de esta reseña, se realiza en primer lugar una consolidación de las armaduras de los tres grandes pabellones principales y una revisión completa de la sustentación de los mocárabes que forman las tres grandes bóvedas que ambientan la sala. A continuación, se levantan las cubiertas de los pabellones menores sobre las bóvedas de las alcobas envolventes, incluidas las tres pintadas; y se reforman de manera completa disponiendo una cubierta unitaria formando una “U” que abraza a los tres pabellones de mocárabes consiguiendo un volumen mucho mayor para mejorar su comportamiento y mantenimiento futuros. Esta solución también permite favorecer el intercambio pausado entre la masa de aire existente bajo la cubierta y el exterior gracias a la colocación de una serie de elementos verticales de ventilación en zonas no visibles.

 

El primer paso es instalar una sobrecubierta metálica provisional para que el área objeto de intervención quede protegida de las inclemencias meteorológicas durante el desarrollo de los trabajos. Seguidamente, se retira cuidadosa y ordenadamente el material de cubrición, preservando las tejas en buen estado para su posterior reutilización. En el caso de las bóvedas pintadas, es necesario disponer una protección especial para impedir cualquier deterioro o incidencia fortuita que pudiera afectarlas. Para ello, se lleva a cabo una consolidación preventiva de las mismas y se colocan en su intradós sendas “contraformas” realizarlas en poliestireno extruido que permanecen instaladas durante toda la intervención, excepto cuando se desarrollan tareas de consolidación que requieren abrir el perímetro de apoyo de las mismas.

 

Después de tratar minuciosamente los reversos, se procede a reconstruir la cubierta de par e hilera. Para evitar la caída de agua desde los niveles superiores, se plantea una canal de cobre en el perímetro de las cornisas de los pabellones de mocárabes. En cuanto al nivel inferior de la cubierta envolvente de las alcobas, se adopta una solución de canal visitable forrada de cobre que garantiza su estanqueidad y accesibilidad para el mantenimiento, tarea que además se ve favorecida gracias a la colocación de protecciones especiales en los sumideros, con el objeto de evitar la entrada de cuerpos extraños como pequeños animales u hojas a las bajantes.

 

Al espacio interior unitario bajo cubierta, se accede desde las troneras mediante tres pasarelas. Dicho espacio se dota de instalación eléctrica e iluminación para facilitar las tareas de conservación, pero también de ventilación gracias a las puertas perforadas que se disponen cerrando las citadas troneras.

 

Debido a los problemas generados en el pasado por las condiciones de temperatura y humedad en el interior de la cubierta, se dispone un sistema de control de ambos factores directamente conectado con una base de datos que archiva la información recogida para su supervisión. En el sector noroeste, también se coloca una estación meteorológica que recoge información concreta en una zona poco expuesta al soleamiento intenso, para detectar las condiciones normales y extremas del emplazamiento. La instalación de toda la instrumentación científica responde a un proyecto específico e independiente de la intervención en las cubiertas.

 

 

Restauración del patrimonio histórico

Arquitectura medieval hispanomusulmana

RESUMEN DE LA INTERVENCIÓN

Restauración de las pinturas sobre piel de la Sala de los Reyes

(Palacio de los Leones, Alhambra [2002-2008])

Superficie construida

Pabellones Principales de Mocárabes de la Sala de los Reyes: 81 m2

Cubiertas bajas de la Sala de los Reyes: 187 m2

Presupuesto

Pabellones Principales de Mocárabes de la Sala de los Reyes: 445.114 €

Cubiertas bajas de la Sala de los Reyes: 747.702 €

Equipo de Arquitectura

Pedro Salmerón Escobar. Arquitecto

Ángela Salmerón Palomo. Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos

Blanca Espigares Rooney. Arquitecta

Diego Garzón Osuna. Arquitecto

Ignacio Pascual Martínez. Arquitecto

Néstor Cruz Ruiz. Arquitecto

Laura Martínez García. Arquitecta Técnica

Palma Pajarón Bermúdez Cañete. Arquitecta

Paloma Vázquez del Rey Hervás. Arquitecta

Coordinación con el proyecto de restauración de las pinturas del IAPH

Raniero Baglioni. Restaurador

María José González. Restauradora

Restauración de los reversos de madera

Benjamín Domínguez Gómez. Restaurador

Juan Carlos Bermejo Cejudo. Restaurador

Documentación

Jesús Bermúdez López. Patronato de la Alhambra y el Generalife

Esther Cruces Blanco. Archivera

Ana Díaz Sánchez. Archivera

Dirección de obra

Pedro Salmerón Escobar, Arquitecto

María Cullell Muro. Arquitecta Técnica

Ejecución de obra

Bados Navarro, S.L.

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